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jueves, 11 de abril de 2013

PERCEPCIÓN CATÓDICA. LO IMPREDECIBLE.

Ya lo comentaba con anterioridad (Percepción catódica. De ciertas Aporías.), la inseguridad de ver un show de Joss Whedon y no salir esquilmado, propicia que, o bien te vuelva loco, o bien lo odies para siempre. Que le vamos a hacer, el chico tiene ese don o esa maldición. Nada parece ser o aparenta ser, pero lo gracioso es que ese colmo de la imprecisión, lo estanca en secuencias aislándolo del resto de la narrativa, pero también hay que decir que el amigo Whedon tampoco es el artista que se quiere vender, original y transgresor. Esos adjetivos se los dejaremos a series como The Wire de David Simon, aquí lo que nos vale es el disfrute puro y duro, y si encima viene con sorpresa mejor que mejor.



Firefly. Capítulo 2. The Train Job.

El episodio planta sus raíces en el género más estadounidense, el western. Asistimos a la típica secuencia de pelea en un salón, pero cuidado, no nos encontramos en el territorio de lo tópico sino en sus fronteras, ya que el comienzo de la gresca se hace de la manera que menos te los esperas. Esa primera secuencia de aproximación a la historia, tanto a nivel de los actantes (nos habla de la camaradería de Zoe con Mal y de la indiferencia de Jayne) como a nivel estructural de la narración (presentación de los héroes y de su background) nos allana el verdadero motivo del capítulo: el robo de una mercancía en un tren del medio oeste espacial. Aquí tendríamos que hablar también de las concomitancias de shows televisivos pretéritos de series de animación como la Patrulla Galáctica o Brave Star, como bocetos artísticos de la geografía del episodio. Y es que el componente escénico es capital en la serie y es apabullante su utilización. Es como si estuviéramos asistiendo cada vez que vemos Firefly a un complejo mundo con su mitología y su vida, muy diferente a otros shows un poco más acostumbrados a los escenarios acartonados y claustrofóbicos que se repiten como si estuvieran posicionados sobre un bucle escenográfico (hablo por ejemplo de Stargate o Babylon 5). Eso también juega un papel decisivo e impredecible en una serie del presupuesto que poseía ésta.
Nada es lo que parece, ni si quiera el objetivo del hurto y lo que parecía algo fácil, y la presencia de los militares de la Alianza lo hace esfumarse, no es ya solo el desarrollo de la acción propiamente dicha, es decir el cómo y la ejecución del robo, sino su resolución llegando a ponerse en cuestión entre los propios ladrones del asunto. No quiero desvelar nada, pero creo que la serie intenta decirnos que en el mundo de Firefly no existe la verdad, sino las verdades y un punto de vista puede justificar un hecho físico pero no moral. Al final del episodio, tendremos un argumento ético que ejecuta la finalización del objeto sustraído. La tripulación de la Serenity también tendrá que realizar otro choque disuasorio contra su propia idiosincrasia y también la resolución impredecible será la nota predominante.
¿Somos capaces de asumir la hipocresía moral o más claro, somos capaces de ir en contra de nuestros principios? Si la respuesta es positiva pertenecéis a la Alianza, si es negativa sois unos Browncoats.
Impredecible que un show televisivo te intente explicar la realidad, ¿verdad?




1 comentario:

  1. Hola amigos. Os invitamos a participar en la Asociación de Blogs de Cine.

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